Hoy voy a colgar un texto que escribió una amiga y compañera mía del conservatorio sobre la música, y lo que significa para ella.

Hace un tiempo, se me ocurrió la brillante idea de buscar en el diccionario de la Real Academia Española el verdadero significado de música. Así éste defendía que la música es el “arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, o tristemente.” No estaba del todo mal. De hecho, pensé que era una buena definición y quedé satisfecha.
Pero pronto, muy pronto tuve que volver a tocar el piano. A reinvestigar los sonidos de las teclas, a engatusarme y saborear una melodía tras otra, teniendo la vaga sensación de que la RAE me había dejado un mal sabor de boca. Y es que todo músico o apasionado de ella sabrá que no sólo combinamos sonidos para producir deleite alguno. Es, en realidad, que nos intentamos recrear mediante el diálogo de las armonías; y conseguimos desenterrar la verdadera belleza, la más pura, la que sentimos por dentro de la piel. Y así en un verdadero concierto, los músicos y el instrumento- ya sea incluso la voz humana, uno de los mejores instrumentos musicales del mundo- logran que el público también sea parte de su música, y no sólo les conmueva, sino que les haga experimentar el esqueleto del mundo, el sentimiento.
Por esta razón tal vez, la mayor felicidad del intérprete es recibir un gran aplauso del que se pueda entender que se ha sentido su música. Más, en muchos casos, que recibir el dinerillo correspondiente tras dicha interpretación.

El libro El síndrome Mozart de Gonzalo Moure fue lo que más me hizo meditar, después, sobre la pregunta inicial. En éste se afirma: “Cualquiera diría que la música es simple música. Y puede que sea verdad. Pero la música es algo más: es la explicación de lo que no necesita explicación.” Y así, tras leer esto, me quedé a dos velas. Seguramente piensen que es extremadamente retórico: pero al meditarlo y más tarde asociar ese término con el sonido al piano, me di cuenta de que encajaba mucho mejor con lo que sentía que el término de la RAE. Intentas expresar emociones inexplicables... O tal vez la única forma de expresar todo a la perfección es con la música.

Finalmente, dejo como conclusión mía que la música no se puede definir, y si tecleamos en un buscador el término, estamos equivocándonos. Deberíamos teclear en todo caso las emociones y sentimientos que se pueden recrear entrando por el oído. Pero para eso, no hay palabras. Sólo hay música.


Carolina Santiago M.